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miércoles, 30 de octubre de 2013


Cine en 3D, cuestión de vista
Faro de Vigo 30/10/2013

Miles de personas no aprecian esta tecnología por problemas oculares - Oftalmólogos y ópticos aconsejan a los espectadores

elena ocampo | vigo 30.10.2013 | 07:32


Cine en 3D, cuestión de vista

El número de películas en 3D y los espectadores que eligen esta tecnología -más cara que el cine en dos dimensiones- crece incluso para cine infantil. También aumentan quienes dicen no apreciar con nitidez la visión estereoscópica o sentir mareos. Oftalmólogos y ópticos confirman que la visión estereoscópica es incompatible con algunos problemas de vista.

Miles de personas no pueden ver películas en 3D por problemas oculares. No son las gafas en 3D -como decía una extendida leyenda urbana- las que dañan la visión. Pero sí esta tecnología cada vez más implantada en el cine puede servir para detectar anomalías oculares de los espectadores, que habían pasado desapercibidas. Cansarse, marearse o no ver claros los efectos del cine estereoscópico puede avisar de hipermetropía o estrabismos.

"Cuando miramos a un objeto se forma una imagen del mismo en la retina de cada ojo, por tanto tendríamos dos imágenes de un mismo objeto y sin embargo, vemos una sola? Esto se debe a que ambas son procesadas en el cerebro y se fusionan en una creando una percepción de profundidad o relieve que se llama estereopsis", explica el jefe de servicio de Oftalmología del hospital Meixoeiro de Vigo, Luis Cadarso. La técnica del 3D usa ese mecanismo. Las gafas tienen unos filtros que hacen que el ojo derecho vea una imagen y el izquierdo, otra. La mente consigue ver en 3D, fusionándolas.

Y el cerebro aprende esta habilidad durante los primeros años de vida. "Por eso, esta capacidad puede ser explorada fácilmente por un oftalmólogo pero algunas personas solo se percatan de su ausencia al no percibir las imágenes 3D en el cine", explica Cadarso. "En la vida corriente la presencia de pequeños desequilibrios oculomotores o una descompensación de la graduación entre ambos ojos no ocasiona problemas, pero en el caso de visualizar estas películas obligamos al cerebro a realizar un esfuerzo adicional que puede ocasionar mareos, náuseas y dolores de cabeza". Ocurre en un 10% de la población, según Cadarso.

Con la avalancha de espectadores en los cines la semana pasada, con motivo de la Fiesta del Cine, aumentaron quienes aquejaron esos síntomas, según confirman fuentes de las salas. Una correcta visión binocular permite una buena coordinación entre los dos ojos ya que es la combinación en el cerebro del visionado de ambos lo que permite apreciar con nitidez la tecnología 3D. Así lo resume el directivo del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Álex Dubra. "Las personas que tienen un defecto de la visión binocular o bien no pueden apreciarlo, o les provoca dolores de cabeza". En ese caso, el experto recomienda "hacer un examen optométrico y mientras, no pagar el 3D".

Entre el 8% y el 12% de los espectadores tiene un déficit de desarrollo de la capacidad estereoscópica -esta cifra asciende hasta el 57% en personas con síndrome de Down-. Esto incluye estrabismo (3-4%), ojo vago (2-3%), problemas de convergencia visual o tener la visión descompensada en ambos ojos. De momento no hay gafas adaptadas para estos espectadores. Si se llevan habitualmente (o lentes de contacto), lo recomendable es ponerlas en el cine junto a las otras. "Si una persona no es capaz de ver las películas en 3D es porque no tiene visión binocular. Si visualiza la película pero presenta quejas -náuseas, mareos o dolores de cabeza- debiera hacerse una exploración oftalmológica para descartar problemas de visión, añade Cadarso. Aunque la estereoscopía es un método que ha adquirido notoriedad hoy en día, bajo el nombre de 3D, la técnica fue inventada en 1838 por Charles Wheatstone, que creó un instrumento (estereoscopio) que creaba la ilusión de tridimensionalidad a partir de dos dibujos.

miércoles, 16 de octubre de 2013

En el Faro de Vigo se publica esta información.
Instituto Beiras y Vigoscopio

El 13 de octubre de 1968 se anunciaba el éxito internacional del sinoptóforo inventado por Antón Beiras para tratar el estrabismo

Javier Mosquera 14.10.2013 | 01:01
 
 
Beiras muestra su equipo al rector de la Universidad de Santiago, Dr. Echeverri. //

"Antón Beiras, la mirada certera", de Alejandro Otero  
Doble noticia de interés el 13 de octubre de 1968, hace 45 años, para cuantos se interesaban por la persona y la obra del doctor Beiras a los cinco meses de su fallecimiento: El Ministerio de la Gobernación confirma oficialmente la creación de la "Asociación Científica par la investigación Estrabológica, Instituto Beiras", y el destacado éxito que el sinoptóforo de televisión o Vigoscopio, inventado por él para el tratamiento del estrabismo, había obtenido en las jornadas científicas del Congreso Oftalmológico Lusohispano-brasileño celebrado en Oporto.

Dos noticias del máximo interés el 13 de octubre de 1968, hace 45 años, "para cuantos se interesan por la persona y la obra del doctor Antón Beiras a los cinco meses de su fallecimiento": el Ministerio de la Gobernación ha confirmado oficialmente la creación de la Asociación Científica para la investigación Estrabológica, Instituto Beiras, y el destacado éxito que el sinoptóforo de televisión o Vigoscopio ha tenido al ser exhibido en Oporto, días pasados, en el Congreso lusohispano-brasileño.

Entre los fines del Instituto, además de la continuación de las tareas científicas, iniciadas, realizadas o programadas por el doctor Beiras, estaba en su íntimo deseo hacerlas viables merced a una participación popular.

Y es que en Galicia, que por muy complejas circunstancias históricas se había quedado a la zaga en el desarrollo del conjunto español, los trabajos del doctor Beiras tenían, por su interés científico, resonancia universal.

Así se señala que su tarea "era, y es, aparentemente muy simple: un aparato, mezcla de técnicas ópticas y electrónicas que permite en forma eficacísima, coadyuvar a la corrección del estrabismo. El estrábico es un enfermo que ve dos imágenes, una en cada ojo; su cerebro no funde esas imágenes y su conciencia las confunde. En nuestro mundo de hoy existen unos doscientos millones de estrábicos y el Vigoscopio permitirá curarlos".

Pero había más y no era de tan fácil ponderación. Y consistía en que uno de los accesorios del Vigoscopio hacía accesible a un observador (el oculista) comprobar en vivo el funcionamiento del ojo humano. Eso era tan importante, "que hoy por hoy sólo en nuestra ciudad es posible ver cómo funciona un ojo". Ello permitía no sólo una acertada corrección de una visión defectuosa, que era la función primaria del Vigoscopio, sino transformar radicalmente las técnicas que en ese momento se utilizaban en el cine, la televisión y la navegación espacial.

El papel de la ETEA

La tremenda capacidad de ampliación lumínica que se obtenía por medio de las técnicas electrónicas modernas, había logrado esa realización, en la que había jugado un papel decisivo el altísimo grado de preparación científica, en su rama, electrónica especialmente, de la Escuela Técnica de Electricidad de la Armada, ETEA, que tan valiosamente estuvo colaborando en las tareas del doctor Beiras.

Pero la visión es fisiológicamente una de las más complejas y trascendentales funciones del ser humano. De ahí que no haya sido tan sólo en la cátedra de Oftalmología, "sino la Universidad de Santiago de Compostela en pleno", la que ha asumido esta parte fundamental de la investigación, hasta el punto de que su rector presidía ahora la Asociación que continúa la tarea iniciada por Antón Beiras.

Se valoraba al mismo tiempo, que los aparatos ya construidos eran válidos para los tratamientos para los que habían sido diseñados y por ello, el Grupo Oftalmológico, la Asociación Médico-Quirúrgica y el Hospital Municipal de la ciudad disponían ya de esos Vigoscopios para los tratamientos cotidianos de enfermos.

Y todo ello logrado mediante una fuente de financiación: la Caja Municipal de Ahorros de Vigo. El dinero el esfuerzo por tanto, de los hombres de Galicia, iba así en parte destinado "a favorecer a toda la humanidad".

La tarea era tan hermosa "que sólo tiene un contrapunto armónico, y es el de que el doctor Beiras determinó que cuántos beneficios económicos pudieran producir sus trabajos, redundasen en favor de las obras benéficas de la Caja de Ahorros de Vigo".

Éxito en Oporto

A los muchos reconocimientos científicos logrados por el "Vigoscopio", en París, Viena, Leipzig, Nueva York, Buenos Aires, etc., se unen los logrados la semana pasada en Oporto a lo largo del Congreso Oftalmológico luso-hispano- brasileño.

En sus sesiones, los más eminentes oftalmólogos de los países citados, entre ellos los doctores Arruga, Barraquer, Gómez Liaño, Salorio, Matos de Silva, etc., y representantes de fábricas de aparatos de óptica alemanas y francesas, se interesaron viva y apasionadamente por el funcionamiento del Vigoscopio allí expuesto.