Cine en 3D, cuestión de vista
Miles de personas no
aprecian esta tecnología por problemas oculares - Oftalmólogos y ópticos
aconsejan a los espectadores
elena ocampo | vigo 30.10.2013 | 07:32
Cine en 3D, cuestión de
vista
El número de películas en 3D y los espectadores que eligen esta tecnología
-más cara que el cine en dos dimensiones- crece incluso para cine infantil.
También aumentan quienes dicen no apreciar con nitidez la visión estereoscópica
o sentir mareos. Oftalmólogos y ópticos confirman que la visión estereoscópica
es incompatible con algunos problemas de vista.
Miles de
personas no pueden ver películas en 3D por problemas oculares. No son las gafas
en 3D -como decía una extendida leyenda urbana- las que dañan la visión. Pero
sí esta tecnología cada vez más implantada en el cine puede servir para
detectar anomalías oculares de los espectadores, que habían pasado
desapercibidas. Cansarse, marearse o no ver claros los efectos del cine
estereoscópico puede avisar de hipermetropía o estrabismos.
"Cuando
miramos a un objeto se forma una imagen del mismo en la retina de cada ojo, por
tanto tendríamos dos imágenes de un mismo objeto y sin embargo, vemos una sola?
Esto se debe a que ambas son procesadas en el cerebro y se fusionan en una
creando una percepción de profundidad o relieve que se llama estereopsis",
explica el jefe de servicio de Oftalmología del hospital Meixoeiro de Vigo,
Luis Cadarso. La técnica del 3D usa ese mecanismo. Las gafas tienen unos
filtros que hacen que el ojo derecho vea una imagen y el izquierdo, otra. La
mente consigue ver en 3D, fusionándolas.
Y el
cerebro aprende esta habilidad durante los primeros años de vida. "Por
eso, esta capacidad puede ser explorada fácilmente por un oftalmólogo pero
algunas personas solo se percatan de su ausencia al no percibir las imágenes 3D
en el cine", explica Cadarso. "En la vida corriente la presencia de
pequeños desequilibrios oculomotores o una descompensación de la graduación
entre ambos ojos no ocasiona problemas, pero en el caso de visualizar estas
películas obligamos al cerebro a realizar un esfuerzo adicional que puede
ocasionar mareos, náuseas y dolores de cabeza". Ocurre en un 10% de la
población, según Cadarso.
Con la
avalancha de espectadores en los cines la semana pasada, con motivo de la
Fiesta del Cine, aumentaron quienes aquejaron esos síntomas, según confirman
fuentes de las salas. Una correcta visión binocular permite una buena
coordinación entre los dos ojos ya que es la combinación en el cerebro del
visionado de ambos lo que permite apreciar con nitidez la tecnología 3D. Así lo
resume el directivo del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, Álex
Dubra. "Las personas que tienen un defecto de la visión binocular o bien
no pueden apreciarlo, o les provoca dolores de cabeza". En ese caso, el
experto recomienda "hacer un examen optométrico y mientras, no pagar el
3D".
Entre el
8% y el 12% de los espectadores tiene un déficit de desarrollo de la capacidad
estereoscópica -esta cifra asciende hasta el 57% en personas con síndrome de
Down-. Esto incluye estrabismo (3-4%), ojo vago (2-3%), problemas de
convergencia visual o tener la visión descompensada en ambos ojos. De momento
no hay gafas adaptadas para estos espectadores. Si se llevan habitualmente (o
lentes de contacto), lo recomendable es ponerlas en el cine junto a las otras. "Si
una persona no es capaz de ver las películas en 3D es porque no tiene visión
binocular. Si visualiza la película pero presenta quejas -náuseas, mareos o
dolores de cabeza- debiera hacerse una exploración oftalmológica para descartar
problemas de visión, añade Cadarso. Aunque la estereoscopía es un método que ha
adquirido notoriedad hoy en día, bajo el nombre de 3D, la técnica fue inventada
en 1838 por Charles Wheatstone, que creó un instrumento (estereoscopio) que
creaba la ilusión de tridimensionalidad a partir de dos dibujos.