Un homenaje a la enseñanza
Antía Cal:
"Los niños me lo dieron todo"
La maestra que
revolucionó la docencia en Galicia en los años 60 asistió ayer en Vigo al
estreno del documental sobre su vida, "A palabra xusta", dirigido por
Miguel Piñeiro
Estreno del documental
"A palabra xusta". // José Lores
Mucha emoción, muchos
recuerdos, muchos antiguos alumnos eternamente agradecidos y muchos maestros
admiradores de su trabajo. Antía Cal, la maestra que revolucionó la docencia en
Galicia en los años 60, asistió ayer en Vigo al estreno del documental "A
palabra xusta", que hace un repaso a toda su vida y su ideario.
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Miguel Piñeiro - Director y Antia Cal. |
Antía,
"Tita" para los muchos que la quieren, estuvo arropada en el estreno
por más de cuatrocientas personas que aplaudieron con entusiasmo en los dos
pases que se ofrecieron de la cinta, dirigida por Miguel Piñeiro, en el cine
Salesianos, y a los que asistió su protagonista, en plena forma a sus 94 años.
"Los niños me lo
han dado todo y me enseñaron muchísimas cosas; ser maestra es el trabajo más
hermoso del mundo", aseguró Cal al finalizar el documental, rodeada de
cientos de personas que querían mostrarle su afecto y su admiración. Entre
ellos se encontraba casi toda su familia: sus cuatro hijos, Hixinio, Antón,
Antía y Bea, sus nietas Gael, Uxía y Ana, algunas de sus primas de Muras (Lugo)
y su sobrino Xosé Manuel Beiras.
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Miguel Piñeiro y Antia Cal. |
"Lo que hacen
falta son buenas escuelas, también en el rural, y que los profesores no dejen
nunca de formarse", aconsejaba la protagonista, emocionada al ver su vida
resumida en 90 minutos y asegurar que la cinta "refleja mi vida
perfectamente".
También entre el
público se encontraban numerosos ex alumnos del colegio Rosalía de Castro, la
escuela pionera que fundó la maestra en 1961 en Bembrive, en Vigo; una escuela
laica e igualitaria, conectada con la realidad inmediata y en donde las clases
se impartían en distintas lenguas. "Ella era una maestra de la vida. No le
importaba parar una clase de matemáticas si, por ejemplo, ocurría un incidente
en alguna casa para aprovechar y explicarnos esas cosas de la vida y aprender
de ellas...
cuando en COU tuve que cambiarme de colegio porque allí no se podía
cursar, me di cuenta de la enorme suerte que había tenido de estudiar en ese
colegio", aseguraba Beatriz del Cuvillo, que estuvo en la escuela Rosalía
desde los 3 años. También su compañera Patricia Bardelas recordaba con enorme
cariño y admiración a su maestra y al resto de los profesores que tuvo en ese
colegio. "Gracias a ella me convertí yo misma en maestra; me abrió las
puertas a un mundo maravilloso y se esforzaba muchísimo en sacar adelante a
todos los alumnos, por mucho que les costase", destacó. Emocionaba ver
cómo tanto a ellas como al resto de antiguos alumnos que se acercaron a
saludarla, Antía Cal recordaba perfectamente y con mucho cariño.
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Los asistentes escuchan a Antia Cal |
El documental, con
música de Nani García, la colaboración del actor Javier Gutiérrez (que pone voz
a su marido, el oftalmólogo Antón Beiras) y la actriz Rebeca Montero como
narradora, fue rodada el año pasado en los paisajes de Muras, en la casa de la
infancia de la protagonista. "Hay que volver a los orígenes; yo estoy muy
agradecida a Muras y a sus maestros, de los que aprendí mucho", asegura
Antía.
El director acompaña
en el documental a la maestra a su niñez, en Cuba, donde empezó a soñar con ser
de mayor como las primas de su madre, universitarias y trabajadoras.
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Antia Cal Saludando a al público |
Recupera
también sus viajes por Europa de la mano de su gran amor, su marido Antón
Beiras -"que siempre me ayudó tantísimo", dijo ayer emocionada- y
donde se encontró con una pedagogía avanzada que la llevó a fundar su propia
escuela. "Esta es una película sobre su vida, pero es también un homenaje
a la figura del maestro y una autocrítica hacia este trabajo tan
esencial", aseguraba por su parte el director, Miguel Piñeiro.
Antía Cal revolucionó
la docencia en Galicia con la creación de la escuela Rosalía de Castro -que
sigue existiendo en Bembrive aunque ya la dirección es ajena a Cal- donde se
primaban los conocimientos reales sobre las notas y donde se fomentaba que los
niños comenzasen a ir a clase muy pequeños, aunque la escolarización
obligatoria en España en ese momento se iniciaba a los 7 años. "Ella
defendía la escolarización de 0 a 10 años y resaltaba la importancia de que la
madre fuera la primera maestra", apunta Piñeiro.
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Antia Cal recibiendo la felicitación de todos los presente. |
Una educación alegre
La escuela Rosalía de
Castro fue la primera bilingüe en castellano e inglés, con niños y niñas en la
misma clase. "La educación actual es triste; no veo a los niños alegres y
eso es un error", apunta la maestra. "Cuando murió mi marido yo supe
que tenía que dejar mis penas en la acera de enfrente y mostrarme alegre ante
mis alumnos, porque es la única forma de enseñarles bien", recordaba.
"Mi vida ha sido hermosa, con momentos difíciles también, pero los niños
me dieron muchas compensaciones", añadió.
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